Hace 13 años
jueves, 25 de septiembre de 2008
Cuando los gritos callaron se incorporó, despacio, casi inmóvil; e iluminando las oscuridad escapó de ese lugar que le atormentaba. Tirano el engaño que le apuñaló a sus espaldas y tirano también el sufrimiento que la acompañaba, aunque quizás el tiempo cansado fuera el detonante de todo aquello, quizás...
Las palabras enmudecieron y las caricias se congelaron, las miradas eran ciegas y el rencor, el miedo, la codicia...Desató la maldad, la locura.
Entonces corrió.
Huyó.
Era libre.
¿y ahora qué?
Las posibilidades eran infinitas, un mundo nuevo se abría a ella, pero debía aprender a vivirlo. Estaba sufriendo, pero también creciendo... Estaba confusa, sola, perdida...
Tan confusa...
Tan sola...
...
Ilusiones, otra vez y de nuevo rotas. El engaño volvió, la violencia, el odio y el amor y no lo entiendo.
Deseaba verle, abrazarle, su carcelero...Deseaba volver a quererle si es que no le quería ya.
Las cosas se pusieron feas...Quería bajarse...Quería no haberse subido...Quería que no se hubiese marchado. Le queria...Arriesgando su vida por amor...Él aceleró, sabía que ella se encontraba dentro, que esa no era su venganza, que siempre tuvo miedo...
Ahora, ahora no se fia de nadie...Solo ama la verdad y ella es su carcelera...No volverá a escribir, no volverá a respirar quizás y si lo hace no nos enteraremos, pues será a escondidas. Siente verguenza, culpabilidad y amor...Un amor que nunca se apagará.
Pero...¿cómo explicarlo si no puede hablar?
Adiós y gracias.
sábado, 20 de septiembre de 2008
No se detiene el tiempo
los niños juegan en el parque
los estudiantes luchan por seguir despiertos
los adultos en un mundo ignorante
¡Cómo quisiera yo detener el tiempo!
Estraviarme del mundo
sobrevolar el cielo
caminar sin rumbo
y no sentir este mareo
me acosa cuando no lo veo
¡Cómo quisiera yo detener el mundo!
No cesan las agujas
la gente no escribe
y se los empujas
en esta sociedad no se vive
es normal, no sufras
¡Como quisiera yo detener las agujas!
2004
Me gustaría no haberme distanciado, no haber perdido el camino, no haberme equivocado. Y me arrepiento. Seguir transformando mis lágrimas, mis penas; convirtiéndolas en tinta y arroparlas con amor. Como hacía antes. Así todo era más fácil. Lo siento.
martes, 16 de septiembre de 2008
Si el destino nos concediera dos minutos, tan solo dos minutos...
Contemplarías mi triste y débil mirada, mi escuálido cuerpo a penas sin pechos y el olor a sufrimiento que emanan mis poros, yo los siento. Quizás te abrazaría, sería un impulso. Quizás besaría tus anhelados labios y te diría que no te dejaría escapar jamás, que te quiero, que te he echado mucho de menos, que eres la razón por la que vivo, la razón de mi existencia, que te perdono, que no necesito más que sentir tu presencia para alcanzar la felicidad, que eres maravilloso y que por tí todo abandonaría, abandonaría mi juventud para permanecer a tu lado. Mi niño...mi vida...¿Porqué te fuiste? Juro haber madurado. Quiéreme de nuevo, ámame...
Y ¡NO! Mi mirada no sería triste, no se asomaría lágrima alguna y no hablaría de mi sufrimiento porque tú no sabrías escucharla. Solo verías odio, odio y venganza. Si, mi niño, el que me dio todo para luego arrebatármelo, el que me enseño que amar es hallar la felicidad a través del engaño, el que siempre escupía las escusas perfectas y es que creería en el País de Nunca Jamás si tú me lo hubieras pedido. Eras un Dios para mí y maldita falsedad la del mundo, podrías haberme advertido y no me volvería loca, podrías haberte inventado otra de tus escusas imposibles y arreglarlo todo como hacías siempre, podías... Ya no puedes, ya no puedes nada...y en todo este tiempo ¿alguna vez me quisiste?
Si el destino nos concediera dos minutos, tan solo dos minutos, pasarías de largo.
lunes, 15 de septiembre de 2008
domingo, 14 de septiembre de 2008
jueves, 11 de septiembre de 2008
Ya no siento nada, pero a veces lloro. Ahora no lloro y no siento nada. No sé si te quiero, pero si te quiero ¿qué importa? Para saber lo que siento, escribo, pero no sé que escribir porque no siento nada y si lloro, solo lloro. No sé ya ni hablar y si hablo poco digo. Callo y escucho y nada me importa, pero con el tiempo lo entiendo y lucho. Sigo luchando y lloro. Agradezco, lo juro, pero lo siento. Siento que sintáis que no os aprecio. Os amo, porque solo a vosotros puedo amar. Porque si amo y no amas ya no amo porque sufro. Pero sigo amando y odiando y no lo entiendo. No entiendo porque no recuerdo, porque no puedo expresároslo, porque ni yo puedo aclararme. Y los días pasan y sin quererlo sonrío. Sonrío. Y lloro y no sé por qué si lo único que me aporta es llorar más, seguir cogiendo cariño... Era todo, era extremo, era locura. Quizás amor.
Y juro poder ordenar estas ideas, estas palabras, estos sentimientos, algún día. Os quiero, os quiero mucho.
martes, 9 de septiembre de 2008
lunes, 8 de septiembre de 2008
martes, 2 de septiembre de 2008
Querida amiga:
Te golpeé, te encerré en un lugar oscuro que olía a papel viejo y a latex, te rescaté con miedo a que pudieras herirme de nuevo, te alcé, observando tu borrosa e inocente sonrisa y tus pequeños y negros ojos brillantes. Sentí miedo y volví a arrojarte violentamente contra el suelo, te insulté por no haber cambiado, por no perder ese alma tuya. Pero me miraste indefensa e instintivamente te abracé, como si mi vida dependiera de ello. Te abracé, sí, te abracé mucho mientras empapaba todo tu cuerpo en lágrimas y, desesperada, grité: -Te quiero...Te quiero.
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