viernes, 13 de marzo de 2009


Soy un ser humano más.
Consigo en cada despertar afrontar el nuevo día, siempre aferrándome a mil ilusiones que trato con fuerza de inventar
.
Me miro al espejo reconociéndome, soy Yo. Y es algo maravilloso.
Y cuando pienso en mi vida ¡lo consigo! aunque no se trata de una visión global, sino más bien una serie de secuencias desordenadas que intento afrontarlas con una sonrisa, pero entre ellas persiste ese gran agujero, tan grande que pienso mucho en él, aunque no distinga nada. Sería como desear despertar a un difunto carcomido por gusanos. Eso significa ahora para mí.
Al anochecer duermo, otras, cierro los ojos y os veo, a todos, pugnando llamar mi atención, persiguiéndome, y a menudo, enorabuena, lo conseguís. Malditos fantasmas...
Dejé de odiar y por momentos sentir la paz y creo que esta paz es mi amor, un amor maduro que descansa solo en quien lo sabe acunar. Aprendí a entregarme sin amar y a amar solo lo bello y duradero, pues ¿quién quiere engañarse aunque sienta aprecio? las personas no cambian y si cambian siguen siendo la misma persona, pretender utopías es cosa de soñadores. Yo, estoy despertando.
Solamente he vivido una historia, una sola historia con su comienzo y sus diversos diversos finales. Yo no se cual es el tuyo ni el de ellos; el mío ya ha concluído. Sin un beso, pero feliz.





No hay comentarios: